Ahí os va un cuento que escribí a partir de esta maravillosa foto de Jorge Román
Cada
día entiendo mejor las sombras,
con
mi edad ya se entienden mejor estas cosas oscuras.
Mi
nieto las hace “chinescas”.
Ayer
se me acercaba como un caracol fantasma.
Para
él las sombras son juguetes.
Para
mi también lo fueron
Yo
no las llamaba “chinescas”, entonces no se conocían estas
palabras,
eran
“sombrajos” ,“películas con dedos” , “marionetas de luz”.
Los
domingos hacíamos “teatros”con ellas…
Ahora
para mi las sombras son más cosas …
La
del puente nuevo sobre el muro
me
hace sentir pequeña cuando espero el autobús.
Tan
grande es el puente nuevo como su sombra y
tan
pequeña soy yo como la mía al lado de él.
A
veces, mientras espero allí,
me
entra una mezcla entre flojera y ganas de jugar.
Y
así , floja, medio soñando, repto como caracol en sombra por el
muro,
hasta
la silueta del puente y me fundo con ella.
Luego,
por la sombra del puente cruzo al otro lado,
donde
los que ya se fueron
me
están esperando.